Una vez que tienes una idea como ésta, tu cabeza empieza a tirar del bagaje que ha adquirido durante años y años -desgraciada o afortunadamente ya no somos niños- y te das cuenta de que es más grande de lo que creías.
La gente que conoces de repente se convierte en una red de contactos perfectamente engranada, que dan paso a otros y éstos a su vez conocen a otros potencialmente interesantes, y ahí comienza una labor de selección de los que verdaderamente pueden hacer algo y los que se quedan en una simple, aunque agradecida, buena intención.
Otra cosa importante que hay que hacer es sacar a la luz todos los conocimientos que uno tiene, en este caso de Relaciones Públicas, Publicidad, Marketing, Diseño y maquetación, cultura visual, creatividad, etc, etc... Y los que no se tienen, que son muchos, hay que aprenderlos.
Siempre hay cosas que cuestan más: a quien se le da bien la creatividad no le suele gustar mucho la labor comercial, por ejemplo, pero todo es necesario para materializar aquella maldita idea que se te metió en la cabeza un día y que a menudo piensas que tendría que haberse quedado junto al café con leche corto de café... y de cordura.
Hay momentos lúcidos en los que todo está clarísimo. Lo ves: es imposible que salga mal. Y hay otros momentos en los que sientes que no vas a ningún lado y que, como mucho, lo que vas a conseguir es perder el tiempo y alguna que otra oportunidad de trabajar en algo que realmente vaya a darte de comer. Pero cuando uno ha empezado a perder el tiempo, hay que perderlo del todo. Si no siempre nos preguntaremos qué pudo pasar...
Lo que está claro es que cuaquier idea o proyecto empresarial es una labor de alquimista transtornado que pone a prueba la paciencia del más pintado porque son muchas las variables, tanto internas como externas, incluso mundiales, como, por ejemplo, se me ocurre, no sé... una crisis? Es un ejemplo ficticio, claro... Un suponer.
Pero resulta que has ido plantando semillas a lo largo de tu vida, has ido generando cosas, unas que funcionaron y otras que no, pero que están ahí por algo...
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